LUXACIÓN CONGÉNITA DE CADERA
¿Qué es la luxación congénita de cadera?
El desplazamiento o pérdida de la relación normal de los huesos que forman una articulación se conoce con el nombre de luxación. En el caso de la luxación de cadera, la cabeza del fémur sale de su cavidad en la pelvis (acetábulo).
El término «luxación congénita de cadera» se refiere a un amplio espectro de deformidades de la cadera que, o bien se presentan en el recién nacido, o bien se desarrollan durante la infancia y que incluyen la luxación de la articulación, la subluxación (pérdida parcial del contacto normal entre el fémur y la pelvis), la cadera luxable (cuando podemos luxar la articulación manipulándola) e incluso discretas anomalías de la forma en las que la cavidad articular es poco profunda (displasia acetabular).
¿Cómo se produce la luxación?
Son múltiples los factores que intervienen en la génesis de esta deformidad. La luxación congénita de cadera es más común en algunas familias o en ciertas razas, pero la laxitud excesiva y la postura intrauterina juegan un importante papel. Algunas posturas forzadas en la que se colocan los recién nacidos (en algunas culturas) también pueden influir.
Las niñas fruto de una primera gestación y con una presentación de nalgas tienen un mayor riesgo de presentar una luxación congénita de cadera.
¿Cómo se descubre la enfermedad?
La exploración física de todos los recién nacidos permite la detección precoz de la mayoría de pacientes afectos de luxación congénita de cadera. Con unas maniobras de exploración que llamamos Ortolani y Barlow evaluamos si la cadera está luxada o es luxable. Otros signos, como la asimetría de pliegues, tienen menos importancia en esta edad, pero conviene reevaluar los casos dudosos.
La ecografía de cadera, en nuestra opinión, no ha de realizarse de forma sistemática a todos los recién nacidos, pero sí en aquellos con una exploración física anómala o con más de tres factores de riesgo: antecedente familiar, sexo femenino, primer parto, presentación de nalgas, deformidades posturales asociadas (pies o cuello deformados)…
La radiografía convencional constituye el método usual de diagnóstico y control en los niños mayores de 6 meses.
La exploración física en el niño grande afecto de luxación congénita de cadera se caracteriza por la cojera y las deformidades (asimetría de pliegues, extremidad más corta,…), pero cuando la afectación es bilateral la exploración física puede ser engañosa.
¿Qué hacer cuando nace un niño?
El diagnóstico precoz de la luxación congénita de cadera constituye el punto fundamental para obtener una evolución satisfactoria, es decir, para obtener el desarrollo de una cadera de características normales. Cualquier retardo en el diagnóstico puede comprometer el futuro de la articulación y provocar la evolución hacia una artrosis precoz.
A todos los recién nacidos se les debe explorar las caderas durante el primer examen postnatal, antes del alta clínica y en los controles pediátricos habituales.
¿Qué tratamiento es el más adecuado?
El objetivo del tratamiento de la luxación congénita de cadera es obtener un cadera reducida sin deformidades residuales así como evitar las complicaciones y las secuelas.
Algunos niños presentan sólo una inestabilidad de la cadera durante las primeras semanas de vida y en muchos de ellos la inestabilidad desaparece de forma espontánea. La conducta a seguir ante estos pacientes varía de un traumatólogo a otro: mientras unos consideran sólo la observación y los controles ecográficos, otros prefieren el tratamiento con férulas de abducción (arnés de Pavlik) de todos los niños con inestabilidad de cadera.
Todos los niños que presentan una inestabilidad de cadera más allá de las tres primeras semanas de vida o una luxación completa, han de ser tratados. En una primera fase, para reducir la cadera, el tratamiento consiste en la colocación de una férula de abducción (arnés de Pavlik), que mantiene las piernas abiertas y, por lo tanto, las caderas reducidas (en su sitio). Si la ecografía o radiografía de control muestra una correcta reducción, éste será el tratamiento definitivo.
Si después de 3 semanas de tratamiento con férulas de abducción no hemos conseguido una reducción adecuada tendremos que plantear una nueva estrategia terapéutica: tracción, reducción bajo anestesia general e inmovilización con un yeso pelvipédico.
Finalmente, en los niños mayores de 18 meses, en los que no hemos conseguido una reducción con los tratamientos previos o en los niños afectos de luxación congénita de cadera teratológica (cadera luxada antes de nacer) estará justificado un tratamiento quirúrgico: reducción abierta de la cadera.
En ocasiones, la luxación del cadera se produce en el contexto de un síndrome polimalformativo, en estos casos (luxación teratológica) el tratamiento suele ser más difícil y el pronóstico es peor.
¿La enfermedad es grave? ¿Puede dejar secuelas?
Cuando el diagnóstico y el tratamiento se realizan durante los tres primeros meses de la vida, la evolución suele ser muy buena, desarrollan una cadera normal sin deformidades residuales y sin secuelas.
Contrariamente, cuanto más tarde se detecta y se trata la luxación, más difícil es el tratamiento y peores los resultados. Si persiste la luxación, la cojera será permanente. Si la cabeza del fémur sufre una necrosis avascular, la rigidez y la pérdida de movilidad provocarán una cojera.
Finalmente, cualquier deformidad residual de la articulación de la cadera originará un mal funcionamiento y se producirá un desgaste precoz que conducirá a una artrosis. Con el tiempo, la artrosis de cadera puede hacer necesaria una operación como colocar una prótesis total de cadera.
¿Puede afectar a nuevos hermanos?
La luxación congénita de cadera tiene una predisposición familiar. Todos los nuevos hermanos han de ser evaluados de forma precisa desde el momento del nacimiento incluyendo un estudio ecográfico de las caderas.
… y recuerde, ante cualquier duda, consulte con su traumatólogo.
AVISO: Los contenidos de este documento son para su información y no sustituyen en ningún momento el consejo de su médico. Recomendamos siempre la consulta con el especialista y no nos hacemos responsables de problemas derivados de malinterpretaciones del contenido de este documento.
© Dr. Eduardo J. DELGADO TORNÉ. 2018