EL CALZADO DEL NIÑO
¿Qué es el calzado?
El calzado es una prenda de vestir que cubre, abriga y protege el pie, sin embargo, no es imprescindible. Todavía hoy la mayoría de los niños del mundo van descalzos porque no necesitan zapatos o porque no pueden comprarlos y la forma de los pies sólo se diferencia de la de los niños calzados en que la piel de la planta es más gruesa.
¿Cómo debe ser el calzado del niño?
1- De un tamaño adecuado y una forma cuadrangular para no comprimir los dedos del pie.
2- Flexible para permitir los movimientos libres del pie.
3- Plano, sin tacón para que el niño no ande de puntillas.
4- Transpirable, realizado de un material (piel o tela) que permita que el pie «respire» y evite la maceración de la piel y las infecciones por hongos.
5- Suela de moderada fricción, para evitar que el niño resbale, pero sin la excesiva fricción de algunas suelas de goma.
6- Ligero, para reducir el gasto energético.
7- En los niños pequeños conviene que el zapato sujete el tobillo para evitar que se le salga mientras corre.
8- Si el zapato tiene un buen contrafuerte sujetará mejor el talón y el desgaste del zapato será menor. Sin embargo, los niños pueden usar sandalias, albarcas, etc…
¿Pueden ir descalzos los niños?
Los niños no solo pueden ir descalzos sino que conviene que, cuando el clima y las condiciones del suelo lo permitan, anden descalzos para estimular la musculatura del pie.
¿Cómo escoger el tipo de zapatos?
Los niños siempre han estado preocupados por el aspecto de sus zapatos; basta con recordar la frase popular: «Más contento que un niño con zapatos nuevos».
Desde una edad muy temprana el niño insistirá en elegir por si mismo sus zapatos. El calzado del niño forma parte de su indumentaria, su selección debe establecerse en orden a consideraciones prácticas, funcionales y estéticas pero no médicas. Muchos niños y jóvenes prefieren calzado deportivo y éste es tan bueno como cualquiera. Unos zapatos adecuados no tienen por qué ser los más caros.
¿Deben usarse plantillas o zapatos ortopédicos?
El pie del niño no precisa de ningún tipo de plantilla o zapato ortopédico para tener la forma normal. Además, en general las plantillas impiden la flexibilidad necesaria de los zapatos.
En ocasiones algunos tipos de plantillas pueden ser útiles, por ejemplo:
1- alzas para corregir una diferencia de longitud de las piernas
2- plantillas para corregir malos apoyos y aliviar el dolor o proteger la piel
3- almohadillas de absorción para el tratamiento de los síndromes de sobrecarga
… y recuerde, ante cualquier duda, consulte con su traumatólogo.